La Negrita Cucurumbé
se fué a bañar al mar
para ver si en las blancas olas
su carita podía blanquear.
La Negrita Cucurumbé
a la playa se acercó
envidiando a las conchitas
por su pálido color.
Quería ser blanca
como la Luna,
como la espuma
que tiene el Mar.
Un pescado con bombín
se le acercó,
y quitándose la bomba
la saludó:
¡Pero válgame Señor!
¿Pues qué no ves
que así negra estás bonita?,
Negrita Cucurumbé.
Un pescado con bombín
se le acercó,
y moviendo la colita
le preguntó:
¡Pero válgame mujer!
¿Pues qué no ves
que bonita es tu carita?,
Negrita Cucurumbé.