Fue aquel viento del norte que nos guió,
el que tiene un claro color de miel,
nos quiso en su grupo el viento del sur,
alto caballo fie.l
Al oeste el viento hizo un ademan,
cuando trajo cuerenta desde la mar,
y hubo quienes al viento del este azul,
lograron domar.
Fué así que llegamos hasta Picaqui,
del oeste, del norte, del este y el sur,
por sobre montañas mojadas de luz.
Fue asi que vencimos un seco arenal,
fue asi que pudimos vendernos al fin,
esperando el alma desde Picaqui.
La rosa de los vientos vigilara,
con sus alas tendidas hasta el confin,
guardando el campamento de Picarqui.
Guardando el campamento de Picarqui,
la rosa de los vientos no tiene fin,
con sus alas tendidas hasta el confin.
La rosa de los viento s vigilara
con sus alas tendidas hasta el confin
guardando el campamento de Picarqui..