Tu alma y la mía son tan grandes
como gran tesoro
porque tú prenda querida
eres más bella y más hermosa,
que la naciente y encendida rosa
que el sol entreabre
con sus rayos de oro.
Mas dime si tú me quieres tanto
como yo te quiero a ti
con esa ternura inmensa y una ferviente pasión
que mi corazón te adora
con gigante frenesí
el día que tú me olvides
sé que mi amor morirá,
también morirá al instante
toda mi fe y mi ilusión.
Y sólo mi lira me consolará.