Campana,
ojos que nublan mi sol,
con su borrasca de amor,
alma que mi alma estremece,
ave que vi una mañana,
anidar en las ramas de mi ensoñación.
Campana,
que rasgó el silencio en mi pueblo,
allá en mi niñez,
campana,
yo siento un din don en mi alma,
desde que la arena en tu suelo,
pisaron mis pies.
Dejó una huella en tu sueño,
y en la brisa un verso,
siempre seré yo tu dueño,
y tu mi embeleso.
[Linda pero linda que eres tú]
Cardos que vi florecer,
sombra de sauce y laurel,
quiero ser tu sufrimiento,
luego fraguar con tu llanto,
el divino holocausto de una inmensidad.
Campana,
al vibrar me dice mil cosas,
que son mi verdad,
campana,
esto encadenado en estrofas,
predicción, delirio, esperanza,
y nuestra ansiedad.
El temor de un día perderte,
es lo que me hastía,
nadie más podrá tenerte,
porque tu eres mía.
Quiero morir si no estás,
en tus mares naufragar,
quiero ser tú fiel camino,
tu pasión inmarcesible,
bordada en suspiros, manchada de ti.
Campana,
son recuerdos de aquellas tarde,
urgidas de amor,
campana,
al amarte soy un cobarde,
tiemblo, grito, clamo y deliro,
de pura ilusión.
Añorando tu regreso,
te veo en mis sueños,
nadie más tendrá tus besos,
porque soy tu dueño.
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