Ya tenía tiempo su proceder conmigo
Mis manos quebradas,
cansadas no pueden construir cosa alguna
Por los alambres que me sostuvieron
Ahora encajados en la carne me afirmarán
La ociosidad de mis días ha triunfado
Y el vacío que me alimenta me ha entumecido
A pesar de lo que encontrarás en mi
Los errores de mi pasado aún se envanecen abajo
Necesito un corazón que se lleve por completo el dolor
Cuando las paredes comienzan a derrumbarse otra vez
Dame un alma que no se detenga para seguir
A pesar de la profunda infección
Nuestros negligentes pasos, salen arrastrándose
No tiene importancia la sucia fragilidad en la que terminaremos
Es aquí donde encuentro mi caída
Aquellos que mantuvieron mi vida, no obran en todos
Y cada paso que se aleja
Se aproxima al flagelo que tan apreciado lo sujeto
Esperando mi último respiro del día, ese que me encuentra
como nuevo
Comienza la Redención, sangrando afuera los defectos,
a donde estás.