La Persiana


Luna de mala lengua
que hostiga insultos a mi persiana
porque no pasa su claridad.

Cinta de to‘ lo negro
que en mis ojitos de traicionero
rebusca dentro y pa‘ echarme a pelear
con mis misterios.

Y deja la luna entrar...
¡y deja la luna entrar!

Que hoy está más redonda
que los pezones de quien me nombra
que los ceritos que me aportaba
y el no estudiar.

No quiero lunas de canciones tristes
quiero el cemento de mi ciudad
quiero mi cuento, mi firmamento
y la luna que en el cielo de mi Bellavista
yo veo brillar

¡y deja la luna entrar!

Y ahora que estoy podrío
que sudo a gusto muerto de frío
que me sofoco con el aliento de la humedad.

Y ahora que aborreciendo
del sol sus rayos y mandamientos
me siento en mi oscura cueva y a respirar
y a esperar.

Que deja la luna entrar...

Que hoy está más redonda
que los pezones de quien me nombra
que los ceritos que me aportaba
y el no estudiar.

No quiero lunas de canciones tristes
quiero el cemento de mi ciudad
quiero mi cuento, mi firmamento
y la luna que en el cielo de mi Bellavista
yo veo brillar

¡y deja la luna entrar!

Caminito pa el cortijo y a la ermita y a fumar
yo me siento prisionero, yo me siento prisionero de mi gente y mi amistad
que de la mano llevo un alma que me llora, que me llora despechá
lágrimas de agua de canto pero de felicidad.

Deja la luna, deja la luna
y deja la luna entrar.