Si hoy tal vez te sigo
con la misma anciedad que ayer,
es mejor, no sé,
despedirme de la propia mirada de mi
verso aquél.
Así todos los días
me dejarás de ayer,
que hoy no dirás: ‘estoy extraño entre las paredes‘,
mi cielo de contraluz.
Destrozado ir dentro
de este lado que no rosa,
acostado donde cantan las espinas que ahora duelen.
Así todos los días,
me dejarás de ayer..