En el ojo de la aguja
yo guardaba los silencios
Cuarto oscuro.
Yo revelo los secretos en el cielo.
Sacrifico mis palabras,
arden llamas en el alma.
Nadie sabe su destino,
lo decía el adivino.
Desnudando la memoria
aparecen esos ojos,
que me llaman entre sueños
como el fuego en el invierno.
El deseo no responde las preguntas,
sólo el tiempo.
Un diamante que se parte
me lastima
y no lo siento.
Tengo un secreto que quiero guardar.
Tengo un diamante en el alma,
y ella me llama..