Del arbol dolorido


De haber nacido a veces se reniega
cuando llega el temporal y el día gris,
y de pronto sale el sol con tanta vida
que entristece el pensar que hay que morir.

Cuando niño poco entendí a mi padre
cuando joven dudé de sus posturas,
ya maduro empecé a dudar de mí
y hoy consulto a su recuerdo ante la duda.

Ahora sé porqué mis padres lagrimeaban
cuando de ellos me fui en aquella tarde,
hoy me toca ser el árbol dolorido
que atardece en el adiós de su ramaje.

Aún no sé si deseo que mi niño
sea médico, sacerdote o ingeniero,
más si estudia o no estudia bien quisiera
que la vida lo diplome de hombre bueno.

Ahora sé porqué mis padres lagrimeaban
cuando de ellos me fui en aquella tarde,
hoy me toca ser el árbol dolorido
que atardece en el adiós de su ramaje.