Él creció en un barrio viejo
de costumbres italianas
y su vieja se mataba
para darle de comer
y su padre trabajaba
hasta los dias festivos
los domingos a la cancha
a gritar y desahogar
Era fiel a la doctrina
y leia García Lorca
y como lo perseguian,
obligado se marchó
sin haber visto siquiera
solo un beso entre sus padres
los vinilos bajo el brazo
y un adios sin solución
Y ahora a los 43
tubo su primera dama
que duró menos que un peón
en partido de ajedrez
y aunque busca una respuesta
hoy no está la mesa puesta
y todo vuelve a ser igual
y ahora come sin cuchillo
por temor a algún instinto
que te da la soledad
Y jugando al ajedrez
tubo su primera dama
que le hizo un jaque mate
y se fue en un dos por tres
y aunque busca una respuesta
hoy no está la mesa puesta
y todo vuelve a ser igual
y ahora come sin cuchillo
por temor a algún instinto
que te da la soledad
Se da cuenta que su vida
ha sido más que tranquila
y nada puede ser peor
va jugando al solitario
con las cartas invisibles
que nadie le regaló
con las cartas invisibles
que nadie le regaló
con las cartas invisibles
que nadie le regaló
Va jugando al solitario...
pierde 100 veces a diario
Como duele el bandoneón.