Aquel día que dejaste un papel sobre la mesa
cuatro líneas que decían “perdóname si me voy”.
Y seguí detrás tus pasos, con el ansia de vengarme
pa gritarte mis desprecios como a una mujer cobarde
y a los perros arrojarles tu maldito corazón.
Quise ir detrás tus huellas, pero algo me detuvo
era un niño que lloraba preguntándome por tí.
No conforme como pude, lo estreché entre mis brazos
después de llamarte mucho se durmió en mi regazo
y su pelo fue pañuelo que cubrió su lagrimón.
Poco a poco nuestro hijo se olvidó de que existías
yo le dije que su madre para el cielo se voló
desde entonces tu retrato siempre tiene muchas flores
no te falta una plegaria que él te reza por las noches
y si alguno a tí te nombra él les dice...se murió.
Cinco años no es un día, has llegado un poco tarde
es inútil que pretendas otra vez aquí volver.
Ocho años tiene el nene y hace cinco que te reza,
él me dice que te ocultas tras el brillo de un estrella
te das cuenta tu si has muerto para mí y para él.
Si querés que te perdone por el daño que me has hecho
te juro que no te guardo ni un poquito de rencor
si necesitas cualquier cosa aquí está mi mano abierta
todo, todo te lo ofrezco, menos cruzar esta puerta
y tendrás un lugarcito en mi noble corazón.
Pero antes que te vayas voy a llamarte al niño
que no vea que en tus ojos ni una lágrima se ve
dile que tu fuiste amiga de su madre y es por eso
que quieres mirarlo cerca y estrecharle un fuerte beso
y no vuelvas nunca, nunca para tu mal o tu bien,
y no vuelvas nunca, nunca para tu mal o tu bien..