Cuando las dos agujas del reloj
marquen más de las diez
y el cielo raso de mi habitación
no me deje dormir.
Cuando me aburra ver televisión
y no quiera salir.
Cuando las dos agujas del reloj
me digan que no estás aquí.
Tantas noches como estrellas blancas
en cielos de color.
Tantas noches como tantas noches
perdiendo el tiempo, jugando a nada.
Fuimos chicos rebeldes
de futuro prometedor,
brillantes ilusiones que han quedado en nada,
en una triste canción.
Cuando las piedras se pongan a hablar
y nos pidan perdón
por saber tanto y no poder contar
más que media verdad.
Cuando la Tierra deje de girar
y el Sol pierda el rumbo.
Cuando las piedras se pongan a hablar
y digan que no estás aquí.
Cara a cara con la media noche
intentando recordar.
Cara a cara con la madrugada
perdiendo el tiempo, jugando a nada.
Fuimos chicos rebeldes
de futuro prometedor,
brillantes ilusiones que han quedado en nada,
en una triste canción.
Cuando el desierto que hay entre tú y yo
no se pueda cruzar.
Cuando las dos agujas del reloj
me digan que no estás aquí.
Tantas noches como estrellas blancas
en cielos de color.
Tantas noches como tantas noches
perdiendo el tiempo, jugando a nada.
Fuimos chicos rebeldes
de futuro prometedor,
brillantes ilusiones que han quedado en nada,
en una triste canción.
Fuimos chicos rebeldes
de futuro prometedor,
brillantes ilusiones que han quedado en nada,
en una triste canción,
en esta triste canción.