Me acostumbraré
a vivir sin el
no lo esperaré
a la hora de cenar.
Y me acostumbraré
a la cama tan ancha
y leeré algún libro
para olvidar sus charlas
y no pensar en nada.
Y me acostumbraré
a recordarlo cada noche
y me acostumbraré
a que no sea más mi hombre
y me acostumbraré
y me resignaré
a quererlo para siempre
y serle fiel
y me acostumbraré
y me acostumbraré
porque ya no ha de volver
porque ya no ha de volver.
Me acostumbraré
a no ser más dos
cuando sin querer
prepare otro café
y me acostumbraré
a hablar con su retrato
y a no esperar que vuelva
a calmar su cansancio
al fin de la jornada.
Y me acostumbraré
a recordarlo cada noche
y me acostumbraré
a que no sea más mi hombre
y me acostumbraré
y me resignaré
a quererlo para siempre
y serle fiel
y me acostumbraré
y me acostumbraré
porque ya no ha de volver
porque ya no ha de volver.
Me acostumbraré
a vivir sin el
no lo esperaré
a la hora de cenar.