Recolectando las piezas de mis recuerdos
me veo como un niño
En la calidez de un rayo de sol
Te elevaste lentamente hacia el cielo
Siempre aparentando que tu espalda tan pequeña y cálida
me estaba esperando.
El amor es cobardía, las despedidas son fugaces
Como cenizas volando en el viento
el desaparecido cadáver y los suaves recuerdos convergen
haciendo que las lagrimas comiencen a fluir.
Ave Maria, aun no puedo oir tu voz
Cerré mis ojos lentamente
Resuena muy fuerte para que aquellas vidas
puedan ser escuchadas.
Un eterno cuerpo durmiente
Santa Maria.
Viendo al pequeño muchacho en silencio
mis recuerdos se han ido.
¿Que piensas de la persona en la cual me he convertido?
Los sueños que abundaron el cielo se han esfumado
sin poder recordar el amor nuevamente.
La lluvia que caía fuera de esa pequeña ventana se ha detenido
y un haz de luz comenzó a brillar..