17 minutos para el próximo tren. Tengo frío hasta cuando me agacho.
Mi corazón destella, al igual que las luces de las calles que prenden en la distancia.
Me llega un mensaje de mis amigos. Ya están todos ahi.
Pero lo único que puedo escribir con estos dedos helados es un japonés raro.
De alguna forma ya me he familiarizado
con el abrigo que compré cuando llegó el invierno.
Las veces en las que no recuerdo han aumentado
Y tengo ganas de que haya nuevos encuentros.
Estoy completamente bien aún sin ti
Es mi vida
Pero de alguna forma, a veces, en mi corazón
A propósito, una y otra vez, lo recuerdo
Pero ahora mismo sería imposible decir algo como
‘Quiero verte‘
Pensar que estoy bien sería una debilidad imprudente.
Como cuando coges gripe aún cuando te acababas de recuperar.
Aunque no tiene por qué ser necesariamente algo malo
contemplar en vano la felicidad...
Mañana, si nieva...
No, no lo hará... seguramente no nevará.
No ocurrirá porque me convenga,
es mi vida.
Deja que ese aliento blanco se funda en la noche
Al igual que tu cara se consume en mi memoria.
Ahora mismo sería imposible decir algo como
‘Quiero verte‘
La valla cubierta de óxido; restos de garabatos;
El camino inclinado que va por debajo de los cables.
Las veces en las que no recuerdo han aumentado
Y tengo ganas de que haya nuevos encuentros.
Estoy completamente bien aún sin ti
Es mi vida
Pero aún me pregunto si nos volveremos a ver algún día
En algún lugar en calles estrechas.
Aunque seguramente no sucedería tan perfectamente, es mi vida.
Pero de alguna forma, a veces, en mi corazón
A propósito, una y otra vez, lo recuerdo
Pero ahora mismo sería imposible decir algo como
‘Quiero verte‘.