Poco, poco, me querías.
Tanto, tanto
me engañabas.
Que hoy mi mundo
es el desierto
de silencio
sin tu amor.
¡Cuánto, cuánto
siento ahora,
el no haberte amado poco!
Como poco, casi nada
has podido amarme tú.
Tú, que ahora,
has enseñado
como no se quiere más.
Te regalo yo mis ojos,
mis cabellos y mi boca.
Y hasta el aire que respiro,
yo, mi vida, te regalo.
Así espero que comprendas
que mi amor es algo grande,
y que el tuyo solamente
vale poco, casi nada.
¡Cuánto, cuánto
siento ahora
el no haberte amado poco!
Como poco, casi nada
has podido amarme tú.
Tú, que ahora,
has enseñado
como no se quiere más.
Te regalo yo mis ojos,
mis cabellos y mi boca.
Y hasta el aire que respiro,
yo, mi vida, te regalo.
Así espero que comprendas
que mi amor es algo grande,
y que el tuyo solamente
vale poco, casi nada. (Bis).