El otro día fuimos al parque
a ver la galería de arte,
y cuando terminó la mañana
pasamos a comprar africanas.
Cargué con un cartucho
contento para casa,
y lo guardé en el frío
porque el calor abraza,
y vaya usted a saber lo que pasa!!
Anoche tuve una visita:
un matrimonio y su vejiguita,
y como era ocasión apropiada,
quise brindarles mis africanas.
Cuando encontré la bolsa,
después de buscar mucho,
la sacudí en mi oído
diciendo: ‘‘Nada escucho‘‘,
adentro hallé nomás que el cartucho!
adentro hallé nomás que el cartucho!
adentro hallé nomás que el cartucho!
adentro hallé nomás que el cartucho!
Quién se comió,
quién se comió,
quién se comió mi africana!
Quién se comió,
quién se comió,
quién se comió mi africana!
Quién se comió,
quién se comió,
quién se comió mi africana!
(Quién se comió) si no fue Juana
(quién se comió) ni fue su hermana
(quién se comió) que alguien me diga
quién se ha comido mis africanas!
(quién se comió) es concebible
(quién se comió) y muy posible
(quién se comió) que yo sujete mis africanas
con imperdibles.
(quién se comió) una pepilla
(quién se comió) le hacía cosquillas
(quién se comió) interrogando sádicamente
a la giraldilla!
(quién se comió) señor abate
(quién se comió) no se arrebate
(quién se comió) si usted encuentra tanta ricura
de chocolate!....
Quién se comió mi africana....(etc.).