Jamás pensaste que alguien tan pequeñito
fuera capas de dominarte así
Nunca creíste que todo tu discurso
se acabara al ver su sonrisa que te come el corazón,
podría pasar un desfile militar que ni cuenta tu te darás,
pero un suspiro, un estornudo y llanto chiquito y ya de pie tu estas,
nunca imaginamos todo lo que se siente
cuándo nos dicen papa y mama,
quien iba decir que algún día extrañaríamos
sus sonrisas, sus llantos, sus juegos,
las noches en vela junto a su cama,
Tenes que tomar una decisión,
o les das o te quitan tu tiempo,
es muy cansado es una aventura,
pero solo a dios se le pudo haber ocurrido,
vacunar tu egoísmo con la sonrisa de un niño.
Jamás pensamos todo lo que se aprende del corazón de los niños,
a dios en secreto hoy le pedimos que nos haga como ellos,
pues hoy lo entendemos justamente de ellos
es nuestro corazón, el reino de los cielos.