Vadearé hasta que mis muslos
estén empapados en ardientes flores
tomaré el sol en mi boca
y con los ojos cerrados
saltaré hacia el aire maduro
y arrancaré hacia la oscuridad en las curvas durmientes de mi cuerpo
meteré los dedos de suave dominio
con la pureza de las gaviotas
completare el misterio de mi piel.