Cuánto hay
de sol en tu mirada
Tus ojos sobre mí
no queda oscuridad.
Cuánto trae
de fábula tu voz
mi nombre crece en ti
y se vuelve una canción.
Y me siento nuevo,
y es que llevo aquí,
la invitación,
que tu mano inquieta,
en puño y letra,
graba en mi corazón
(las señas de tu amor).
Y llego a ti
con la intensidad
de un río ambriento
que busca el mar.
Y vivo en ti
no hace falta más
que entrar al cielo en tus brazos
y no salir jamás.
Cuánto hay
fantástico en tu cuerpo
Su magia tan sutil
pero sobrenatural.
Que no sé si puedo
y ya me quedo en él
para soñar
descubrir contigo
y ser testigo
de algo tan especial
(sueño y realidad)
Y llego a ti...
Tu boca provoca
algo que no tiene fin,
y entonces
me llama, reclama,
va seduciéndome así (toda para mí).
Y llego a ti...