Me lo parece a mí
al verla tan airosa.
Tuvo que ser así
como nació la rosa.
Un convenio entre amantes.
Un asunto secreto.
Dos almas semejantes
aceptaron el reto
de inventar la belleza
con el viejo libreto
de las grandes proezas:
el amor al completo.
Comenzaron un día
compartiéndose el polen,
y de aquella alegría
nacieron los colores
y todos los aromas;
los bálsamos mejores:
un aire de palomas
y el de todas las flores.
Enamoradamente,
a golpe de ternura,
enamoradamente
tallaron la estructura
y enamoradamente
ardiente y jubilosa,
enamoradamente,
así nació la rosa.
La vida va pasando
repartiendo etiquetas,
y aunque pase rodando
de pirueta en pirueta.
A modo de equipaje
retoñada y hermosa,
en la mitad del viaje
sigue viva la rosa.
Me lo parece a mí
al verla tan airosa.
Tuvo que ser así
como nació la rosa.