Ella puede atrapar con los brazos el sol
o inventar con un trozo de tela una flor,
encender la mañana con sólo ponerse a reír,
abre alguna ventana y el aire se cuela feliz,
como nunca fui sin ella.
Ella teje una historia de luz y algodón
y a su paso la sombra se vuelve color,
nunca dice "soy tuya" al igual que la luna de abril
pero diario se entrega brillante y entera,
completa, sincera.
Entre tanto que ampara mi canto no hay nada que pueda decir
para hablar de sus labios no hay versos exactos ni rima sutil.
Es así y así será.
Es así y nada más.
Ella juega con Marte y lo vuelve tapiz,
dobla al mundo en dos partes, amar y vivir,
puede ser que alguien antes soñó entre su pelo soñar
pero no entre su sueño, como me desvelo
soñando con ella.
Ella tiene en los ojos la buena canción
y en el pecho y la espalda una constelación,
desamarra huracanes, me abraza y apaga la luz,
cuelga al tiempo en la percha detrás de la puerta
y luego se acerca.