Qué me importa el Calvario
si amarte es sufrir,
o que juegues con cartas
marcadas.
Lo que importa es las noches
pasadas en tí,
aunque a cambio me rompas
el alma.
¡Qué me importa la vida!
¿De qué sirve vivir
si me falta tu cuerpo
caliente?
Lo que importa es tocarte
y apagar esta sed,
que tan sólo me apaga
tu fuente.
Que sin tí nada tiene valor,
y por eso soy tuyo,
esclavo y señor.
Cosas del amor,
cosas de la vida:
Tú eres mi águila real,
yo soy tu gacela herida.
Cosas de tu carne,
cosas de tu piel,
que me arrastra por las olas
como barco de papel.
Cosas del amor,
cosas de la vida:
tú me haces el dolor
y me curas las heridas.
Cosas de tu cuerpo,
cosas de mi voz
predicando en el desierto
de tu absurdo corazón.
¿Para qué quiero aire
si respiro de tí?
¿Para qué quiero luz
ni ventanas?
Si me basta sentirte
amarrada a mi piel,
y saber que a tu modo
me amas.
Qué me importa esperarte
una y mil veces más
si al final tú me inundas
el tiempo.
Lo que importa es mirarte
en silencio y saber
que tal vez sin tenerte
te tengo.
Que sin tí nada tiene valor,
y por eso soy tuyo
esclavo y señor.
Cosas del amor,
cosas de la vida:
Tú eres mi águila real,
yo soy tu gacela herida.
Cosas de tu carne,
cosas de tu piel,
que me arrastra por las olas
como barco de papel.
Cosas del amor,
cosas de la vida:
tú me haces el dolor
y me curas las heridas.
Cosas de tu cuerpo,
cosas de mi voz
predicando en el desierto
de tu absurdo corazón.