Juraste amor, fuera dolor, y yo a tus palabras di gran valor,
pero era ruín tu corazón y con sarcasmo me engañó.
Me enamoré, yo te amé y tus labios a los mios pegedos quise tener,
se selló en mi interior un juramento de sangre y terror.
Al anochecer yo te busqué y en manos de otro hombre te encontré;
no lo pensé, solo actué: dos disparos acabaron con vuestro ser.
Cerca de allí alguien gritó, mi nombre en el eco surgió:
la que habló era la voz de Dios que me pedía una explicación.
Desde aquel día en mi vida comenzó a haber lamentos, dolor y terror.
Pronto me acostumbré a esa situación y el mal entró en mi interior.
Solo pensaba ahora en traicción, engaño y furia: eso es mi Dios.
Y no te enfades conmigo, señor, pues no es culpa mia la muerte
de los dos:
Traicción!!!
Rompí barreras, rompí cadenas, hice cesar la sangre de las venas.
Ahora no soy quien controla mi mente y tan solo espero con
impaciencia mi muerte.
El fin está cerca, no lo olvides, vive la vida y no me imites:
ese es el último consejo que doy en mi acto de bondad,
pues siento que la vida se me va.
Tal vez ya nunca nadie me recuerde,
pero seguro que la maldad en alguien como yo se mete:
alguien a quien la vida le engañó,
alguien furioso por una traicción.
No!!!
Traiccionera vida,
traiccionera muerte,
vivimos en un mundo de traicción.
Traiccionero el rico,
traiccionero el pobre,
traiccionero es todo hombre.
Traiccionera vida,
traiccionera muerte,
vivimos en un mundo de traicción.
Traiccionero el rico,
traiccionero el pobre,
traiccionero es todo hombre.
Traiccionera vida,
traiccionera muerte,
vivimos en un mundo de traicción.
Traiccionero el rico,
traiccionero el pobre,
traiccionero es todo hombre.
Traiccionera vida,
traiccionera muerte,
vivimos en un mundo de traicción.
Traiccionero el rico,
traiccionero el pobre,
traiccionero es todo hombre.