Tiempos viejos y compadres
de mi vida parrandera
que ya no volverán
mis años a gozar.
Qué habra sido de esa barra,
bravucona y pendenciera,
que tanto dio que hablar
por su guapear?
Adiós, amigos de entonces,
ya estamos lejos de tanto andar...
Marcando una candombeada
fue luciendo medialunas
y entre cortes y quebradas
iba el tango provocador...
Enaguas almidonadas
y taquitos militares...
Ay, bailes de mis andares!...
Hoy los evoco con gran dolor...
Siglo de oro de ese tiempo
en que el ñato Monteagudo,
borracho de pernod,
se quiso suicidar...
Y del Loco Puentecito...
Y del zurdo Altamirano...
No los he vuelto a ver.
Dónde andarán?.