No quieras pá mi tus agrios diablos,
que yo tengo mi propio infierno
del que suelo salir y entrar a diario,
a veces, duro, a veces tierno.
No huyo por patas si hay zaragata,
pero tampoco me meto en medio
y busco remedio si el barullo me espanta
y quedo, me pierdo
Y al mundo entero le enseño
el caminar de mis ojos,
que no han de verme de hinojos,
cortar, con la ira de suspiros fileños,
tiras de traje del frío invierno
ni hacer que bajen las estrellas al suelo
pá que las pisen y verlas llorar.
No voy a dañar los pilares del cielo
ni hacer rimeros de azúcar pál mar.
No quiero cantar lo que no siento,
ni que me obliguen ni obligar.
Y yo que intento saber
lo que digo y lo que hago,
conmigo intento estar bien y con el de al lado,
pero no puede ser que todo sea de mi agrado;
helados de mierda y miel no saborean mis labios.
Y no quieras saber a que sabe mi sed ni a que huele mi voz cuando me explayo
si me quieres contar, te vas a joder.... Fíjate bien, tengo mil tallos;
Tengo mil tallos, tengo mil tallos, tengo mil tallos
Vuelvo a brotar!! y tu?
Y, si largas de mi, no me llegas a herir;
conozco el cuento y no entro al trapo,
ni me agazapo si te veo venir,
simplemente te ignoro.
No soy de tu coro ni me haces reír
y tus historias no van conmigo,
ni yo contigo ni a vivir ni a morir,
pues enferman mis oídos.
Y yo que intento saber lo que digo y lo q hago,
conmigo intento estar bien y con el de al lado,
pero no puede ser que todo sea de mi agrado;
helados e mierda y miel no saborean mis labios.
Y no quieras tener mi dignidad a tus pies ni mis pensamientos en tus manos,
en este mar no vas a pescar, echa la red en otro lado.
Y no quieras saber a q sabe mi sed ni a que huele mi voz cuando me explayo
y si me quieras cortar, te vuelves a joder;
no sabes mirar; tengo mil tallos,
tengo mil tallos, tengo mil tallos, tengo mil tallos,
Vuelvo a brotar!!.