No es como tu me veas, sino como me vea yo.
Si voy como tu quieres que vaya, ya no seré yo:
Seré tú, y esa no es mi intención, es la tuya,
y yo, no soy tú y nunca te diría como has de ser, pues no soy quién,
así que nunca me digas como he de ser yo,
pues tú tampoco eres quién.
Esa puede ser la única diferencia entre nosotros dos, pero, ¡QUE GRANDE ES!
Sobre mi cara como un bicho raro, se plasma el cuero,
sujeto por un hilo alrededor de mis sesos, oculta tras él un vacío,
repleto de curiosidad, la curiosidad.
Por to los sitios por donde ando apenas paso desapercibido.
Es tolerable, reprochable y a veces un castigo.
Soy consciente de que me miran, que murmuran acerca de mi imagen
sobre lo que puedo ser con estas pintas.
¿Qué? ¡Dígalo usted!
Perfectos animales de hoy,
Siempres tan mal pensaos pa siempre.
Perfectos animales de hoy,
siempre tan mal pensaos, como siempre.
Anda habla de umbral pa dentro.
Los niños, al verme exclaman: ¡Eh, mirad un pirata!
Yo les sonrío, les sigo el juego, anulo mi juicio
pues se que sus conciencias viven en la infancia,
ingenua edad, ingenua etapa también vivida por mí.
Si en realidad, solo una vez más, buscamos ser nosotros,
me buscaré o lo intentaré pero a mi manera.
Manera la cual puede provocar y provoca, risas y comentarios ¡MAMÁ!.
Que me la traen floja.
Cotillos y cotillas brotan en todas partes,
en la iglesia, en el bar, en la calle, en la peluquería,
Habladurías... habladurías...
Medio mundo se rie de mí y yo me río del mundo entero
En mi burra mando yo,
cuando quiero digo arre, y cuando quiero digo soo.
Música : Sinkope
Letra : Vito Iñiguez.