El sol se pega a mi piel como un gusano de mar.
Sé que he estado aquí con anterioridad,
y nadie va a mirar por mí esta vez
cuando el alma se me caiga a los pies.
Hay un hombre y me observa,
puedo oírlo disfrutar.
Hoy comienza una guerra
en la que todos quieren hablar,
y aunque todos quieran hablar
no dirán la verdad.
El hambre aprieta y yo me siento igual
que un tipo deshollao que se quiere rascar.
De la misma triste y solitaria canción,
¿podría yo enfermar, igual que el viejo Townes?
Unos mueren de asco,
otros mueren de amor,
pero desde Madrid hasta El Cairo
todos quieren hablar,
y aunque todos quieran hablar
no dirán la verdad.
Y guárdate todos tus consejos
porque yo ya estuve allí
cuando tú formabas parte de ellos,
de los que quieren hablar,
y aunque todos queráis hablar
no diréis la verdad..