No tendría mucho pa‘ contar
si no fuera porque el tiempo
se tomó un respiro pa‘ bailar
aquí en el Salón Moderno;
hay sabor de mambo y de bayón
regado con lastre y garrafón,
y hay una mujer madura
que luce medias con costura.
Mira un Caribe pintado en la pared,
con olas imposibles
y un sol color butano reventón
que amenaza salirse;
y ella sabe que a base de ron
también va a salir ese hombretón
a estrecharle la cintura
para que se sienta segura.
Y qué sorpresa,
por malo que sea el ron
él siempre la besa.
Y desde entonces,
por malo que sea el ron,
bailan cada noche.
Una vez, que se sepa,
le ocurrió que no tuvo bastante
con tragar todo el falso Bacardí
que había en el estante,
y cansada de esperarlo a é
el Caribe se hizo de papel,
voló como una sombrilla
a estrellarse contra la orilla.
Y qué sorpresa,
ella vuelve del desmayo
cuando él la besa.
Y desde entonces,
por malo que sea el ron,
bailan cada noche..