Ay, ay, ay, ay,
dame veneno.
Si me quieres dímelo
y si no, dame veneno,
y dámelo en un bidón
lleno de tinto manchego,
ay, con las tapas de jamón.
Ay, tranquilo,
con este niño que tengo, mare de mi alma,
yo ya no puedo vivir tranquilo.
Se ha creío que es un mono
y se sube por los pinos,
y no baja hasta que lloro..