Volví la cara llorando
cuando salí de mi tierra,
volví la cara llorando.
Yo le dije: "Antonia mía,
que no vuelvo en toa mi vía".
Una niña las perdió,
mil pesetas en una esquina,
una niña las perdió,
y decía una vecina:
"Si me las encontrara yo
me compraba dos cortinas".
Con las esquinas de acero,
calle Real del
con las esquinas de acero,
donde tropezó un Miura,
y se rompió los dos cuernos
y el rabo por la cintura..