Eres como una ballena,
con la boca toa doblá,
que al que le pega un mordisco
le arranca un menisco
y to lo demás.
¿Qué te pasa a ti en los rizos, Maruja Melón,
que parecen dos antenas de televisión?
A través de tu ceguera me empiezo a explicar
que tropieces con la estera que está en el portal.
Ya te he dicho muchas veces, Maruja Melón,
que las piedras de la calle no son de algodón.
Como no has puesto cerrojo
en la puerta el balcón...
te has caído encima de un cojo,
Maruja Melón, Maruja Melón,
Maruja Melón, Maruja Melón.
Tiene las chinches por cientos
y de pulgas un sinfín,
y por morder los insectos
no va ni un turista por el Albaicín.
Ya se fueron tus enaguas, Maruja Melón,
y tu blusa de lunares a la desinfección,
ahora gástate el dinero en escama y zotal
y colócate en el pelo una manta liá.
No me hiciste lindo caso, Maruja Melón,
y te has roto el espinazo contra un camión.
Por no haber puesto cerrojo
en la puerta de tu habitación...
te ha puesto denuncia un cojo,
y estás en prisión, Maruja Melón,
Maruja Melón, Maruja Melón,
Maruja Melón, Maruja Melón,
Maruja Melón, Maruja Melón..