En los pueblos,
en los pueblos de la Alejandría
los moros enanos por la madrugá
me despiertan tirando petardos
que están celebrando lo del Ramadán,
y empiezo a gritar,
y les digo a los moros enanos
con tantos bombazos me vais a matar.
Pajarillos,
pajarillos no queda ni uno
por las explosiones que pegan allí,
que hay jilgueros que se recorrieron
del mismo Damasco hasta Puente Genil.
Toas las flores,
de las flores no queda ni una,
no tienen los parques rosas ni verdor,
y a una novia que quiso casarse
le hicieron el ramo de una coliflor,
y empezó a llorar,
y al sentirla un pobre pajarillo
le dijo a la novia: "No te pues quejar,
que esa coliflor
era hermana de la otra que había
en to Alejandría y me la comí yo, ay".